
Pasaron los minutos lenta y desesperadamente. Y ahí estaban ellos llegando, cada uno con sus instrumentos en el hombro, y una aparente bolsa de manta con un violín bordado a mano en la espalda del violinista pasando de desapercibido por varias personas.
Abordé rapidamente a Oscar mientras el trataba de arreglar la pastilla de la Quinta Huapanguera. (y es que siempre suceden demasiadas cosas detrás de un escenario, diversas historias que le dan más sentido a una participación). Habiéndolo arreglado, compartimos un par de breves charlas hasta que por fin llegó la hora del ansioso espectáculo. Al terminar, la multitud los abarrotó como era de esperarse y yo los seguí hasta llegar a la casa del presidente municipal donde compartimos la misma mesa para cenar rápidamente. Los minutos transcurrieron, y la noche se volvió especial. Los huapangos tocados en la cena fueron todavia más especiales para mí, tenian un sonido que pintaba de colores la noche, parecía un verdadero sueño. Por último, Piano de Bebu Silvetti.
Sin palabras.
Les presento entonces un fragmento muy corto de la entrevista publicada para la revista Expresion de la Huasteca, sin dejar a un lado la recomendación para que la adquieran y la lean por completo. Disfrútenla.
Hubo un sabio que al preguntársele cómo conocía tanto respondió: “Sólo estoy parado en hombros de gigantes”. Hoy soy privilegiado, pues además tuve la fortuna de sentarme a comer con los gigantes y poder entrevistarlos.
La humildad y un talento indiscutible son la mezcla perfecta que los hacen artistas incomparables. Me refiero a Oscar Lazcano en la jarana, Leonardo Maya Tolentino "El Indio Yolpaki" con el violín y Arturo Guzmán en la quinta Huapanguera conformando el Trío Ensamble Huasteco quienes se presentaron en la plaza 21 de mayo dentro de la magna celebración de la fiesta del Tordo. Una conmemoración que como único defecto pudo ser la trillada participación de las danzas que cedió los asientos a varias familias que estaban de pie mientras que las otras se retiraban a sus hogares. Ni hablar, después de varios minutos de desesperación, ahí estaba pues Yolpaki frente a los ojos de todos los espectadores quien arrancó en medio del público con un volumen inaudito del violín hasta llegar al escenario tocando La Petenera. Me di cuenta enseguida de las reacciones de la gente, pudieron mediante el poder del Huapango mover fibras sensibles, y el premio del aplauso fue altamente emocionante.
Sería inútil de describir lo que el Trio Ensamble Huasteco nos hizo ver y sentir a todos ésa noche memorable. Pero ante mí se abrieron los paisajes prehispánicos más asombrosos, iluminados por un sol nocturno y un sutil olor a mazorcas de maíz de las más fértiles milpas. Aclaro de una vez que no me tomé ni una sola cerveza. Eran solo mis sentidos, transportados por la risa de la jarana y la ejecución virtuosa del violín puesto en la espalda, poco después también tocándolo con los pies. Sí, con los pies.
Yo ya había vivido todo esto días antes. Fue en Calnali en el Festival de Bandas donde los escuché por primera vez y mi regocijo imperó por varias horas. Seguido de ahí continuaron con su gira trasladándose a estados como Veracruz, Tamaulipas, Puebla y distintos municipios de éste estado de Hidalgo. Tienen también propuestas fuertes ante la UNESCO para poder realizar un intercambio cultural con otros países para exponer la música mexicana, en concreto: el Huapango.
El Indio Yolpaki, nacido en Chahuatlán, Veracruz trabaja como instructor de talleres de música. Para él fue una bendición haber encontrado a Oscar Lazcano, quien con anterioridad al igual que Yolpaki se habían adentrado al el género grupero. Amantes del Huapango, decidieron incorporar a Arturo Guzmán a quien lo conocieron por causalidad en un jaripeo de Zontecomatlán y descubrieron su talento en la ejecución de todos los instrumentos huastecos, una vez juntos no tuvieron que esforzarse para emprender éste nuevo proyecto.
Y como les dije en un principio, con un carisma sobrenatural y extrovertida personalidad accedieron a realizarles una entrevista para Expresión de la Huasteca.
Durante su participación Yolpaki dijo que cada cabeza es un mundo y una historia. ¿Cuál es la suya?
Yolpaki: Comencé a temprana edad gracias a mis padres. Pronto mi capacidad musical empíricamente me exigía a llegar a otros niveles de música, veía en los medios de comunicación como el internet a otros violinistas y de ahí vi la necesidad de estudiar, ahí fue donde emigré y entré a la Universidad Autónoma de Tamaulipas, hice mi especialidad y posteriormente estudié para profesor en artes plásticas, teatro, música y danza, estudié también guitarra Flamenca entre otros instrumentos. Quise conocer culturas extranjeras sin caer en ellas con su belleza. Preferí fortalecer mejor lo mío junto con mis compañeros hermanos que siempre estuvimos en la misma sintonía.
Antes de ensamble Huasteco, estuve en eventos locales y tuve un proyecto llamado Huapanrock con artistas como Reyli, Tavo Lara, Alex Lora, Borrego Nava, Lucero, Marco Antonio Solis , inclusive Molotov. Fuimos a grabar; tengo la Danza del Xochipizahua con la orquesta sinfónica de México con más de 80 músicos.
Desde hace tres años trabajé donde hacen talleres de música. Pronto llegué a Zacualpan hasta conocer a Oscar y Arturo, comprendí que se iba perdiendo la esencia de lo que es el Huapango. Mi sueño ahora es sembrar semillas a todo México, salir a otros lugares y que se den cuenta que se tiene para dar y prestar en cuanto a cultura.
Oscar: Yo tengo un buen recuerdo de el Indio Yolpaki, antes el y yo eramos gruperos, el tenia su grupo y yo mi grupo, nos hablábamos y nos identificamos pero hasta ahí. Cuando el se viene a Zacualpan a trabajar a mi pueblo yo lo invité. De alguna manera me contagió más de lo que yo ya tenia del huapango, siempre he tenido influenzas del Trio Chicontepec, de Los Hermanos Calderón pero siempre de alguna manera llegó a influir mucho en mi vida. Yo ya sabia tocar la jarana pero el me enseñó a tocar todavía más y son cosas que se agradecen. Ahora estamos dentro de éste proyecto personal por que para mi es una necesidad, veo el huapango en decadencia y no quiero que alrato mis hijos o nietos me pregunten por como se bailaba y tocaba. Yo quiero que el huapango crezca y no sólo eso, si no que se fortalezca, que llegue a otros países y lo conozcan a nivel mundial.
Ante la falta de un impulso de la cultura en la juventud, así como de diversas expresiones artísticas Ensamble Huasteco es un trío que promueve el Huapango de una forma única y espectacular. Su disco recién lanzado, que además de recomendárselo ampliamente, debo decir que fue grabada de forma "casera" y a la primer toma (tal y como el huapango más puro lo exige) llamado “Que viva el Huapango!” con 15 huapangos y 2 danzas: San Josensi y Xochipitzahuatl nos hará recorrer por la fecunda región huasteca. Es una especie de milagro. Una prueba de que Dios, sus dones y regalos existen.
TRIO ENSAMBLE HUASTECO
01 722 29 32 035
894 14 55 941